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Fecha de publicación:
6/9/2021
En estos casi dos años de pandemia, hemos conocido nuevas herramientas y plataformas digitales para dictar nuestras clases a distancia. Canva, Genially, Calameo se sumaron a nuestros PPT y PDF de siempre, y nos han planteado una nueva forma de llegar a nuestros alumnos.
En esta nueva dinámica surgen dos grandes interrogantes para todos los docentes: ¿estaremos utilizando estas herramientas de forma estratégica? ¿Cómo poder elaborar materiales digitales que motiven y faciliten el proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia?
Para guiar a los profesores PUCP, el Instituto de Docencia Universitaria (IDU) brindó a nuestros docentes PUCP el taller “Elaboración de materiales digitales de aprendizaje”, donde no solo se revisaron las consideraciones a tomar en cuenta para el diseño y producción de recursos de aprendizaje, también se dieron algunos alcances sobre las diversas herramientas con las que los docentes pueden contar.
Angie Vásquez y Ana María Young, coordinadoras académicas del Área de Formación Docente del IDU, nos brindan 6 recomendaciones para la elaboración de materiales digitales de aprendizaje.
El punto de partida para elaborar un recurso es identificar el proceso de enseñanza-aprendizaje donde se utilizará este material, como, por ejemplo, si servirá para introducir un tema o monitorear el aprendizaje de un contenido. Por ello, es importante tener en claro a qué actividad o resultado de aprendizaje aportará el recurso, para saber qué aplicación o plataforma es más adecuada emplear (y cuál no).
Esto le permitirá elegir la información más relevante e interesante para el estudiante y presentarla de una forma novedosa, que capte su atención. Es importante que, antes de armar la pieza, se elabore un guion o estructura. No recargue información y vaya siempre de lo más sencillo a lo complejo. Y recuerde que el material no solo puede brindar conceptos, sino también procedimientos o llamar a la reflexión para apoyar la construcción y aplicación de aprendizajes más complejos.
Permita que sus alumnos tengan algún grado de interacción con el recurso e incluya actividades de retroalimentación y evaluación, de manera que ellos mismos puedan monitorear la comprensión del contenido. Para ello, es clave que oriente al estudiante en el empleo del material, y que este sea de fácil acceso y ofrezca una navegación amigable.
Presentar la información en variados formatos facilita la comprensión e incluye distintas formas de procesarla. Hoy en día puede encontrar en Internet diversas páginas que le ayudarán a crear estos recursos. Por ejemplo, para infografías, puede utilizar Genially o Canva, mientras que Calameo es una opción interesante para compartir presentaciones en formato de revista o libro digital. Estas plataformas cuentan con un amplio catálogo de plantillas que se pueden adaptar a sus necesidades.
Es importante que sus recursos cuenten con información ordenada, estructurada y secuenciada. Para ello, emplee párrafos cortos y precisos. Los textos con alineación justificada y los espacios entre bloques transmiten orden y son visualmente más atractivos para el lector.
Hay pequeños detalles que marcan la diferencia. Las imágenes (fotos, animaciones o videos) son claves para aumentar el interés y la comprensión sobre el tema, mientras que el uso de color ayuda a captar la atención (siempre utilice de 3 a 5 tonalidades). En tanto, una buena tipografía (como Arial, Century o Verdana) facilita la lectura, resaltar en negrita -además- le ayudará a remarcar lo más importante y la cursiva dará énfasis a palabras en otro idioma.
Si desea conocer más sobre este tema y pedir una asesoría al IDU, escriba al correo asesorias.idu@pucp.pe.