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Fecha de publicación:
23/4/2021
El 2020 fue un año de grandes retos para la PUCP, ya que planteó un nuevo escenario: la educación virtual. Paralelamente, esta coyuntura ha demandado la revisión y apropiación de nuestro Modelo educativo y la implementación de la formación orientada por competencias. Este año continúan estas apuestas y, de acuerdo a la Dra. Cristina Del Mastro, vicerrectora académica de la PUCP, se complementarán con otros proyectos para seguir fortaleciendo nuestra calidad educativa, caracterizada por la excelencia académica y la formación integral.
Tenemos que garantizar, por un lado, la calidad del servicio educativo no presencial y, a la par, prepararnos para el futuro. En ese sentido, continuaremos trabajando de manera participativa y colaborativa en la revisión y adaptación de nuestro Modelo educativo, y en prepararnos ante los sucesivos cambios que vamos a tener que implementar en nuestra formación, manteniendo la esencia de la misión de la Universidad y nuestros valores institucionales. Asimismo, debemos empezar la adaptación de nuestros programas a las modalidades semipresencial y virtual, de acuerdo a las nuevas normas de Sunedu.
La comisión ha dialogado en torno a un importante análisis comparativo de modelos educativos de universidades de prestigio. Además, se ha avanzado en el diagnóstico del contexto y se están revisando las competencias genéricas que debemos desarrollar en nuestros estudiantes para prepararlos para el futuro. Paralelamente, los grupos de trabajo están avanzando en los subproductos que forman parte del Modelo y que la comisión técnica integrará y presentará al Comité asesor del VRAC para recibir sus aportes.
Este 2021 la comisión técnica continuará con su plan de trabajo y cronograma para concluir con su encargo hacia el mes de agosto. Se van a conformar nuevos grupos de trabajo para revisar diversos aspectos con énfasis en el perfil docente y los itinerarios formativos, lo que incluye analizar el sentido de los Estudios Generales y la formación profesional que ofrecen las facultades como un proceso integrado. Además, se realizarán diversas consultas a actores claves de nuestra comunidad, docentes y estudiantes, para recoger e integrar sus aportes.
Nos estamos preparando, de acuerdo al marco legal de la Sunedu, para la transición de algunas de nuestras carreras a modalidades semipresenciales, especialmente en el pregrado. No descartamos la opción de mantener algunos programas presenciales, con un porcentaje de virtualidad. Y, a nivel de Posgrado y de Educación Continua, buscaremos la adaptación a modalidades virtuales, con el respectivo licenciamiento que exige la Sunedu.
"Continuaremos trabajando de manera participativa y colaborativa en la revisión y adaptación de nuestro Modelo educativo, y en prepararnos ante los sucesivos cambios que vamos a tener que implementar en nuestra formación".
A lo largo del año, la Dirección de Asuntos Académicos (DAA) verificará el cumplimiento de los indicadores institucionales que exige la Sunedu para implementar la educación semipresencial. Luego de ello, se irán incorporando -progresivamente- los programas que opten por esta modalidad y su consecuente licenciamiento. Esperamos que este proyecto se pueda consolidar durante el segundo semestre del año.
En el posgrado se apuesta por la virtualización de la mayoría de sus programas siguiendo los lineamiento de Sunedu y con el soporte institucional que se requiera.
Tenemos que reforzar el acompañamiento a las unidades que ofrecen formación continua. Existen unidades que tienen mucha experiencia y un éxito muy grande, pero son pocas. Buscamos recuperar estas buenas experiencias y extenderlas a las nuevas unidades que están empezando o buscan ofrecer estos servicios desde distintos campos disciplinares o interdisciplinares. Debemos ajustar nuestra oferta a las posibles demandas y necesidades que se presenten, especialmente en la coyuntura actual. En ese sentido, reforzaremos el área comercial y de marketing, así como la atención a los potenciales interesados. También queremos fortalecer los contenidos más demandados y explorar nuevas modalidades de enseñanza. Durante el 2020 se ha logrado mayores matrículas que los años anteriores gracias a la virtualidad.
La apuesta por la modalidad virtual nos permite extender el posgrado y la educación continua, tanto hacia el interior del país como al extranjero. Tenemos que explorar esa posibilidad, capacitar a los profesores y fortalecer los recursos educativos, trabajando de la mano con PUCP Virtual.
La fortaleza de la Universidad para explorar ámbitos nacionales e internacionales se debe concentrar, principalmente, en el posgrado y la educación continua; a nivel de pregrado tendríamos que seleccionar algunos cursos que podrían tener mayor impacto en estos ámbitos. Debemos considerar que la inversión y el trabajo para transitar a programas totalmente virtuales es grande, pero estamos dando los primeros pasos.
"La apuesta por la modalidad virtual nos permite extender el posgrado y la educación continua, tanto hacia el interior del país como al extranjero. Tenemos que explorar esa posibilidad".
Tenemos que asegurar que la totalidad de nuestras carreras puedan contar con perfiles de egreso formulados en base a competencias para que la formación se oriente al desarrollo de estas capacidades complejas que permitan a nuestros estudiantes desempeñarse éticamente y adaptarse ante contextos sociales y profesionales cambiantes e inciertos, con una actitud crítica y proactiva. Esto implica una reorganización de las unidades de apoyo del VRAC, como lo son, principalmente, la Dirección de Asuntos Académicos (DAA) y el Instituto de Docencia Universitaria (IDU), para que acompañen a las unidades y carreras en la revisión e implementación de los planes de estudios mediante cursos que permitan el desarrollo de las competencias, tanto genéricas como las propuestas en los perfiles de egreso.
Casi la totalidad de carreras cuentan con perfiles por competencias. Ocho de ellas han implementado sus Planes de estudios orientados por competencias; otras han concluido con sus reformas curriculares y deben empezar el proceso de implementación, y algunas se encuentran en proceso de revisión para adecuar sus programas a sus perfiles. Esto implica un trabajo que debe ir de la mano de las autoridades académicas, pero con la necesaria participación de los docentes, así como reforzar la figura de los directores de estudios y los coordinadores de especialidad para que puedan impulsar todas estas mejoras en la formación de los estudiantes.
Continuaremos con la capacitación de los profesores en el uso de dispositivos y herramientas virtuales que permitan mejorar la calidad de la enseñanza. Tanto el IDU como PUCP Virtual vienen desarrollando actividades que, este año, tendrán énfasis en la evaluación del aprendizaje. Creemos que la adaptación a los entornos virtuales ha evidenciado algunas dificultades en los procesos de evaluación. Consideramos que hay una oportunidad para reflexionar sobre su verdadero sentido: valorar el aprendizaje de modo más personalizado y permitir a los estudiantes demostrar no solo resultados, sino también su proceso. Es necesario que la calificación oportuna se acompañe de una retroalimentación y el acompañamiento por parte de los docentes. Esto va a requerir un trabajo en conjunto con las autoridades, coordinadores y docentes que permita mejorar la evaluación y, por ende, nuestra enseñanza y el aprendizaje de los estudiantes.
Los retos se concentran en fortalecer nuestro modelo educativo y prepararnos para el futuro, porque no basta con atender la coyuntura. La educación se ha transformado, la sociedad y el mundo están cambiando, y no podemos esperar que pase la ola para recién decidir qué hacer. Este es el momento de crear un modelo que pueda responder a los nuevos escenarios, manteniendo nuestra calidad académica, rescatando nuestros valores institucionales como universidad católica, humanista, científica, comprometida con una educación de excelencia y con la generación de conocimiento y cultura, y con ello contribuir a una mejor sociedad.
