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Fecha de publicación:
5/4/2024
Al finalizar un periodo de gestión rectoral en nuestra Universidad es crucial reflexionar sobre los desafíos que enfrentamos durante estos tiempos difíciles marcados por la pandemia global, la inestabilidad política y la incertidumbre social. Como parte del equipo directivo que ha liderado nuestra institución a través de estas circunstancias, es mi responsabilidad destacar los logros académicos que han contribuido a mantener nuestra calidad educativa y establecer rumbos que, confío, rendirán frutos en beneficio de toda nuestra comunidad en el futuro.
Como educadora, confío en el poder de la educación y de la Universidad para ofrecer posibilidades de transformación a las personas, desarrollarse como seres humanos, como ciudadanos, como profesionales que mejoren la sociedad. Mirarse a sí mismo, mirar a otros, hacerse preguntas con curiosidad y pasión, descubrir y dialogar con ideas, teorías, explicaciones del mundo desde las diversas disciplinas, construir conocimientos y contrastarlos con nuestras experiencias, con nuestro pensar, sentir y actuar. Reconstruirnos. La educación implica un proyecto en permanente construcción desde lo que somos hacia lo que podemos llegar a ser.
"Como educadora, confío en el poder de la educación y de la Universidad para ofrecer posibilidades de transformación a las personas, desarrollarse como seres humanos, como ciudadanos, como profesionales que mejoren la sociedad".
Quiero expresar mi profundo agradecimiento a todas las personas que han sido parte de este viaje, ya sea aportando críticas constructivas, ideas innovadoras o participando activamente en la construcción y puesta en marcha de diversas iniciativas. Especialmente, deseo reconocer el compromiso y la colaboración de los decanos, decanas, jefes de departamento, y directores de estudio y carrera, de los miembros de la Comisión Académica con quienes he mantenido reuniones y diálogos periódicos para abordar los desafíos relacionados con la gestión y el desarrollo académico, teniendo como centro de nuestra labor a los y las estudiantes. También quiero expresar mi gratitud hacia mis colegas docentes, cuya inteligencia y generosidad han enriquecido las diversas comisiones de trabajo en las que hemos participado. Ha sido un honor compartir esta labor y aprender de ustedes, y espero haberles servido, desde mi rol, como miembro de esta comunidad universitaria de la que todas y todos nos sentimos orgullosos.
"Deseo reconocer el compromiso y la colaboración de los decanos, decanas, jefes de departamento, y directores de estudio y carrera, de los miembros de la Comisión Académica con quienes he mantenido reuniones y diálogos periódicos".
En esta oportunidad quise recordar los desafíos que asumimos como equipo rectoral al empezar nuestra gestión, especialmente en lo referente a la formación, para realizar un balance de lo andado, así como asomarme a los retos del futuro.
Nuestros compromisos iniciales se condensaron en cinco líneas estratégicas que formulamos con la DAPE en nuestro primer taller de autoridades:
Asimismo, nos abocamos a implementar un modelo participativo de trabajo como parte del fortalecimiento institucional de la gestión académica.
Tomando como punto de partida estos primeros desafíos, y teniendo en cuenta el impacto de la pandemia que nos obligó a realinear nuestras estrategias, he intentado realizar una síntesis del trabajo de estos años para mejorar nuestra formación académica gracias al compromiso de todas y todos los involucrados en nuestra Universidad, para que, a su vez sirva como punto de partida para futuros avances que beneficien a nuestra comunidad académica y más allá.
Hemos promovido la comunicación y el trabajo conjunto con las autoridades académicas, especialmente con los decanos, directores de estudio y de carrera a través de reuniones periódicas y comisiones conformadas por profesores y por personal de las unidades de apoyo del VRAC, para desarrollar políticas y lineamientos que nos permitan mejorar la formación académica y la organización necesaria para su desarrollo.
En este marco, se aprobaron lineamientos para la gestión curricular en los que se han definido las funciones de los directores de estudio y de carrera como líderes académicos. También se ha precisado la necesidad de contar con Comités curriculares, compuestos por docentes de las carreras y de Comités consultivos externos que aseguren una mirada de la sociedad sobre los avances de las disciplinas y las demandas del mundo profesional.
"Hemos promovido la comunicación y trabajo conjunto con las autoridades académicas".
En este contexto también se elaboró una propuesta de rediseño de la Dirección de Educación Continua para que pudiera asumir un rol de promoción y apoyo a las unidades académicas para mejorar y aumentar la oferta de actividades en este nivel formativo, como en efecto lo ha podido realizar en estos últimos años.
Asimismo, se evaluaron y reorganizaron la Dirección Académica del Profesorado, la Dirección de Asuntos Académicos, el Instituto de Docencia Universitaria y la oficina de PUCP Virtual. Estas dos últimas unidades se integraron en una sola a partir del 2023 para poder atender el desarrollo y formación de nuestros docentes desde las dimensiones pedagógicas, tecnológicas y personales, así como apoyar la innovación y las buenas prácticas docentes en respuesta a las demandas del retorno a la presencialidad y de la implementación de modalidades no presenciales pospandemia.
Para continuar ofreciendo nuestra formación académica durante el confinamiento, debido a la situación de emergencia de la COVID-19, nuestra Universidad implementó, de manera muy rápida, la modalidad remota de emergencia que se ofreció durante los años 2020 y 2021. Se elaboraron lineamientos para la adaptación de los cursos a la modalidad no presencial tanto en pregrado como en posgrado, y con ello las autoridades seleccionaron la oferta curricular. La Universidad aseguró la disponibilidad de los cursos obligatorios de las mallas curriculares; llegando al 95.8% de los cursos bajo la modalidad virtual de emergencia en pregrado y el 98% en posgrado.
"Nuestra Universidad implementó, de manera muy rápida, la modalidad remota de emergencia que se ofreció durante los años 2020 y 2021".
Además, se puso a disposición de los docentes el soporte tecnológico y apoyo metodológico (capacitación y acompañamiento para el diseño e implementación de sus cursos) necesarios para poder iniciar el primer ciclo del año 2020 completamente virtual, contando con más de 40 tutores pedagógicos. Más de 2,000 profesores y predocentes fueron capacitados por el IDU y PUCP Virtual en el uso de la plataforma Paideia PUCP, así como en otros temas y herramientas para desarrollar su docencia y garantizar el aprendizaje y la interacción con sus estudiantes en este contexto.
Asimismo, desde el VRAD se aseguró la conectividad de estudiantes, docentes y administrativos, y apoyos económicos para la continuidad de la formación de las familias más afectadas.
A partir del año 2021 se inició el plan de retorno, el plan de licenciamiento de programas semipresenciales y una alianza con la plataforma Coursera.
El plan de retorno al campus tuvo un carácter gradual, seguro y flexible que permitió que, durante el 2022-2, el 80.30% de cursos fueran presenciales, y se iniciaran los procesos de licenciamiento semipresencial y no presencial según nivel y programa.
Se vio conveniente realizar un balance de la formación ofrecida durante el 2020 y 2022 para conocer la percepción y nivel de satisfacción de los alumnos y docentes. Este estudio indicó una alta satisfacción de los estudiantes, otorgándole 7.8 puntos de 10 a la experiencia formativa en pregrado y 8.1 puntos en posgrado. Los alumnos indicaron, además, que encontraron ventajas importantes en la virtualidad tales como el ahorro del tiempo y no detener sus estudios pese a encontrarse fuera de Lima. Por otro lado, identificaron desventajas respecto al tiempo de adaptación y adecuación al uso de nuevas herramientas y al nivel o calidad de interacción con sus docentes.
"Desde el VRAD se aseguró la conectividad de estudiantes, docentes y administrativos, y apoyos económicos para la continuidad de la formación de las familias más afectadas".
Los docentes, por su lado, también se mostraron altamente satisfechos (8.1 puntos de 10 en pregrado y 8.7 en posgrado) con la experiencia de educación no presencial que implementaron, resaltando que la Universidad les brindó los materiales requeridos, se pudieron adaptar fácilmente y que lograron realizar las actividades sin inconveniente. Finalmente, los docentes mencionaron que las principales desventajas fueron las fallas de conectividad y la ausencia de socialización o retroinformación por parte de sus alumnos.
A partir de estos resultados impulsamos el licenciamiento de programas de maestrías en modalidades no presenciales en el posgrado. A fin de tener un acompañamiento especializado, se creó en el 2021 la Oficina de Licenciamiento PUCP (en la DAA) y se inicia la elaboración de la Guía de licenciamiento PUCP para las unidades académicas. Adicionalmente, en el año 2022 se reorganiza el equipo y responsables del Instituto de Docencia Universitaria y PUCP Virtual, para brindar el soporte necesario para la revisión y desarrollo de planes curriculares en la modalidad semipresencial.
A la fecha, nuestra Universidad cuenta con:
En materia de acreditación, a la fecha hemos culminado todas las etapas para nuestra reacreditación institucional con IAC-CINDA en las áreas de Gestión institucional, Formación en pregrado, Formación en posgrado e Investigación. Para ello, en 2022, se realizó el proceso de autoevaluación institucional con la participación de la comunidad universitaria. En 2023, se elaboró el informe de autoevaluación y se recibió la visita de evaluación externa, y en 2024 recibimos y respondimos al informe de los pares evaluadores.
A nivel de carreras se cuenta con 18 acreditadas y otras tres en las últimas etapas del proceso. Hay cinco carreras que se están acreditando por primera vez: Ingeniería Geológica con Icacit, Ciencia Política y Gobierno con IAC-CINDA, Derecho con Sineace, Filosofía (IAC-CINDA) y Gestión (EFMD).
Durante la pandemia, como parte de un conjunto de reformas estructurales, el Vicerrectorado Académico promovió un proceso participativo para la revisión del Modelo Educativo con el fin de dar respuesta a los grandes transformaciones globales, sociales, laborales, científicas y tecnológicas en el marco de nuestra misión y valores instituciones. El resultado fue la elaboración de un nuevo Modelo Educativo aprobado por el CU en 2021, que coloca en el centro de la formación a los estudiantes y sus aprendizajes; se reafirma en ofrecer una formación integral, humanista y científica; y se compromete con el rigor y la excelencia académica. Ese modelo apuesta por promover un aprendizaje autónomo, significativo y situado, mediante itinerarios formativos más flexibles y una enseñanza orientada a competencias, desde una comprensión interdisciplinaria de la realidad y una vinculación con el contexto social y la sostenibilidad de nuestro país y nuestro planeta.
Nuestro renovado modelo se articula en torno a 7 ejes transversales que se viven en la comunidad universitaria dentro y fuera de las aulas y los planes de estudio:
El modelo se sintetiza en un documento orientador, que recoge lo que somos y lo que aspiramos a ser como institución formadora de personas y ciudadanos éticos, respetuosos de la diversidad, con conocimientos científicos y con una mente analítica, reflexiva, y abierta al diálogo y la colaboración para buscar y poner en marcha soluciones a los problemas de nuestra sociedad.
Para llevar ese documento a la práctica diaria, hemos desarrollado una serie de políticas, orientaciones y acciones que orientan y promueven la implementación de sus principales retos: gestión curricular, flexibilidad, modalidades formativas, competencias genéricas, enfoque de género en las mallas curriculares, empleabilidad, permanencia y éxito estudiantil, entre otros.
De esta manera, hoy, las unidades académicas cuentan con los instrumentos para mejorar los procesos de enseñanza-aprendizaje, asegurando el desarrollo de las competencias para lograr los perfiles de egreso de sus estudiantes.
Como parte de la flexibilidad curricular, se ha aumentado el número de créditos de libre disponibilidad e impulsado hasta el momento la creación de 37 concentraciones (17 en amplitud, 13 en profundidad y 1 interdisciplinar), de un total de 7 facultades, para que los estudiantes puedan elegir sus itinerarios formativos de acuerdo con sus intereses, profundizando en un área específica de su disciplina o complementando su perfil con conocimientos de otras disciplinas afines.
Otra forma de vivir el Modelo Educativo es a través de la internacionalización en las aulas. Desde el 2022, la Semana Internacional ofrece la oportunidad de vivir una experiencia intercultural, sin la necesidad de viajar al extranjero. Para este año, se ofrecen 26 cursos electivos dictados en modalidad virtual, cada uno con una duración de 12 a 16 horas sincrónicas. Durante esta semana han participado destacados profesores internacionales de 14 países. Esta experiencia permite a los alumnos practicar el idioma extranjero y aumentar sus oportunidades de internacionalización.
Por otro lado, desde el 2021, la Universidad está impulsando la implementación de la metodología COIL (Collaborative Online International Learning), que fomenta el aprendizaje colaborativo para estudiantes de distintos países.
Para promover la implementación del Modelo Educativo, el VRAC cuenta con un fondo para el desarrollo de proyectos piloto (sostenibles y transferibles) propuestos por las unidades académicas del pregrado en torno a líneas estratégicas priorizadas, competencias genéricas, enfoque de género, cursos integradores, empleabilidad y cursos virtuales. Durante el 2023 se implementaron 33 proyectos con una alta participación de docentes y autoridades, y para el 2024 apoyaremos el desarrollo de 38 proyectos más. Confiamos en que estos proyectos se traduzcan en prácticas concretas en las aulas y fuera de ellas que permitan impactar directamente en la formación de nuestros y nuestras estudiantes como centro de nuestra labor.
Un pilar fundamental para el desarrollo académico es la gestión curricular, la cual presenta grandes desafíos en una institución compleja y participativa como nuestra Universidad, además de la exigencia de la permanente actualización que requiere nuestra oferta y planes ante los rápidos cambios del conocimiento, la tecnología y el mundo profesional. A ello se suma la necesaria participación de los actores sociales involucrados y la constante capacitación docente de modo que lo que quiere lograr, pues, se consiga.
Por ello, en el 2020, realizamos, en el contexto de la revisión del Modelo Educativo, un Taller con autoridades sobre formación por competencias, donde se compartieron, por primera vez, las experiencias de las facultades, y se discutió la definición, importancia y requerimientos de un modelo orientado a competencias en la PUCP. Se definió el modelo curricular de la Universidad: modelo orientado por competencias.
Durante el 2021, el equipo de la DAA reorganizó el macroproceso de gestión curricular e identificó el conjunto de subprocesos y decisiones institucionales que buscan asegurar la coherencia interna entre el diseño, la implementación y evaluación de la propuesta curricular de nuestras carreras y programas.
Hasta el momento se han elaborado una serie de documentos para orientar estos procesos como:
Con la aprobación de los perfiles de ingreso en Estudios Generales Letras y Estudios Generales Ciencias en el 2022, y la aprobación de los perfiles de ingreso para FAD, Fares, FAU y FAE en el 2023 hemos avanzado en determinar las condiciones iniciales que se requieren para emprender con éxito las carreras profesionales. Nos queda la tarea de alinearlos con los perfiles de egreso y asegurar la consistencia con los planes de estudios. Es importante señalar que del 2019 a la fecha aumentaron de 13 a 45 las carreras acompañadas por la Oficina de Gestión Curricular y Evaluación, así como EE.GG.LL., EE.GG.CC., y Escuela de Posgrado.
Durante el 2023, la DAA desarrolló un conjunto de talleres donde participaron los directores de carrera y de estudio, para contar con planes de mejora curricular alineados con el PDU y por lo tanto el nuevo PEI.
Por otra parte, con los directores de estudios y de carrera, se han llevado a cabo 7 talleres en el 2023 para la revisión y validación de indicadores de desempeño y niveles de desarrollo de las competencias genéricas PUCP. Desde el IDU se ha acompañado a 361 cursos y a más de 460 docentes para la implementación de competencias genéricas en las aulas. Este año se está preparando la estrategia institucional para evaluación de las competencias genéricas y un proceso de formación de nivel institucional para docentes. Esto nos permitirá contar con un sistema de seguimiento de aspectos de la formación que representan nuestro sello institucional.
Nuestros docentes son una piedra angular para el proceso de formación y de creación de conocimiento en nuestra Universidad.
Por ello, desde la DAP se han realizado una serie de reformas y un trabajo sostenido con los departamentos académicos para atraer y retener a profesores con altos estándares académicos a través del programa Tenure Track con la incorporación de 42 nuevos profesores. Asimismo, se ha diseñado e implementado el programa de asignaciones especiales por alto desempeño en investigación y en docencia para promover y reconocer la alta producción académica y la dedicación y la innovación en la docencia.
De otro lado, la Universidad ha continuado ofreciendo distintos fondos para proyectos de investigación y creación, innovación de la docencia, responsabilidad social universitaria, entre otros para que los docentes puedan desarrollar iniciativas en los distintos ámbitos de su quehacer.
Quiero destacar el haber mantenido los encuentros de innovación docente organizados por la DAP, IDU y VRAC como un espacio de intercambio de buenas prácticas en la docencia durante y luego de la pandemia como una oportunidad de difusión, diálogo y aprendizaje con y entre docentes y unidades académicas.
Nuestra Universidad se caracteriza y es valorada por el alto nivel académico de nuestros y nuestras docentes, pero también reconocemos su calidad humana y su apertura al diálogo y al acompañamiento de nuestros y nuestras estudiantes en sus procesos de aprendizaje. Durante la pandemia, pusimos especial cuidado en el bienestar docente, en su dimensión intelectual, pedagógica y emocional, humana, en su salud física y mental, para lo cual se han ofrecido espacios de reflexión y de apoyo desde la DAP y el IDU. En el 2021, se priorizó el desarrollo docente en línea con la virtualización y el fomento de actividades en línea y la evaluación en esta modalidad, llegando a capacitar a más de 855 docentes.
En el año 2022, el IDU formó alianzas con la OIGD, DARI y DARS para generar espacios de formación para docentes orientados al desarrollo de cursos COIL y de proyectos de laboratorio de cursos con enfoque RSU, capacitando a más de 1,000 docentes en todo el año. Y el año pasado se ha puesto énfasis en el diseño de actividades innovadoras con la IA, y se implementaron reuniones y talleres sobre el uso de tecnología, alcanzando capacitar a más de 500 docentes.
Nuestros estudiantes, como señalé, son el centro de nuestra labor formativa.
Durante estos años hemos identificado etapas en el tránsito de nuestros estudiantes: el reclutamiento, la admisión, los primeros años en Estudios Generales, el paso a la formación profesional en las facultades y su tránsito hacia el mundo del empleo.
En ese sentido, se ha reorganizado la Dirección de Admisión, y se viene implementando una reforma del sistema de admisión que permita atraer estudiantes de alto rendimiento y contar con excelentes estudiantes. Asimismo, se han diseñado y desarrollado programas para admitidos al pregrado con la finalidad de afianzar las competencias y reforzar conocimientos requeridos para afrontar con éxito la vida universitaria.
El Rectorado se ha comprometido con el bienestar de nuestros y nuestras estudiantes, y ha prestado especial atención a su desarrollo integral y su salud mental. Para ello, se ha reorganizado y fortalecido las funciones de la Dirección de Asuntos académicos en torno a cinco dimensiones:
En nuestra Universidad estamos convencidos de que la igualdad y la inclusión son principios fundamentales para construir una sociedad justa y equitativa, razón por la cual hemos tomado un conjunto de medidas que muestran cómo es posible llevarlas a cabo en el ámbito de la educación superior. Estas medidas se orientan a promover la igualdad de género, garantizando que todas las personas, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades, derechos y acceso a recursos. Y, definidas las brechas, fomentar la participación activa de mujeres en todos los ámbitos: formación en todas las especialidades, incorporación en los niveles de liderazgo, y sensibilizar sobre los estereotipos de género y trabajar para eliminarlos.
"Hemos tomado un conjunto de medidas orientadas a promover la igualdad de género, garantizando que todas las personas, independientemente de su género, tengan las mismas oportunidades, derechos y acceso a recursos".
Como consecuencia del desarrollo de la sociedad, y respondiendo a nuestra visión de construir «una comunidad que se inspira en principios éticos, democráticos y católicos para servir a la sociedad y transformar la realidad, tenemos claro que nadie debe ser excluido o tratado injustamente debido a su origen étnico, religión, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra característica. Somos además una institución educativa convencida de la importancia de la diversidad y las diferencias individuales como fuente del conocimiento y de respeto”.
Somos concientes, sin embargo, de la necesidad de combatir la violencia de género y promover entornos seguros para todas las personas. Sensibilizar sobre la violencia doméstica, el acoso sexual y otras formas de violencia. Apoyar a las víctimas y brindarles recursos para salir de situaciones violentas.
Teniendo en cuenta lo mencionado, al inicio de nuestra gestión, en agosto de 2020, aprobamos el Reglamento Unificado Disciplinario, vigente desde enero de 2021, el mismo que hemos ido ajustando.
En esta misma dirección, en febrero de 2021, el Consejo Universitario establece un protocolo de prevención, atención y protección para víctimas de violencia de género, y un año después, en marzo, se crea la Oficina para la Igualdad de Género y Diversidad (OIGD), cuya función es implementar las medidas acordadas e impulsar su aplicación por las unidades académicas, y hacer un seguimiento de sus resultados y los cambios que se producen.
En la segunda mitad de 2022, se aprueba el Reglamento para la prevención y sanción del hostigamiento sexual laboral por Resolución de Consejo Universitario. Y ese mismo año comenzamos un Diagnóstico sobre hostigamiento sexual y violencia basada en género entre estudiantes PUCP. Asimismo, en octubre de 2023 se inició un segundo diagnóstico para un mejor seguimiento de este tema.
Respecto de la prevención de la violencia basada en género, se ha adoptado un modelo que se viene trabajando con los diferentes estamentos de la comunidad PUCP (estudiantes, docentes, personal administrativo, personal de services y autoridades). Este modelo, que incluye prevención del hostigamiento sexual, aborda 3 dimensiones: prevención primaria (dirigida a toda la comunidad), prevención secundaria (dirigida a grupos en riesgo) y prevención terciaria (dirigida a quienes han estado inmersos en situaciones de violencia).
Para su aplicación, se ha brindado asistencia técnica para el desarrollo de un curso de prevención dirigido a ingresantes, para implementar en DGTH un módulo de capacitación virtual dirigida a personal administrativo, con la DAF para capacitaciones presenciales para personal tercerizado. Y también renovamos con el IDU las actividades dirigidas a docentes, incluyendo talleres y cursos para incorporar el enfoque de género en la enseñanza.
Ahora las unidades académicas cuentan, además de los cursos y actividades del IDU, con los lineamientos para la integración del enfoque de género en los planes de estudio, aprobados por el Consejo Universitario en 2023. Para la implementación de estos lineamientos, se ha preparado una caja de herramientas con procedimientos y recomendaciones específicas.
Gracias a la normativa vigente, tanto la DAP como la DGTH y los contratos de servicios tienen mecanismos en los que se explicita nuestra política de bienestar, convivencia y prevención del hostigamiento sexual
Se ha sensibilizado sobre la problemática de la violencia basada en género y las personas con discapacidad a través de 2 conversatorios, en el marco del 25 de noviembre (2022 y 2023).
Como parte de la implementación del Modelo Educativo se promovieron en 2023 cinco proyectos para la inclusión del enfoque de género en las mallas curriculares de EE.GG.LL. Geografía, Educación, Comunicaciones y Gestión.
Quiero también anunciar que se encuentra en desarrollo el Plan Institucional de Género, en el cual se establecerán las metas y los indicadores para el seguimiento del Objetivo 28 incorporado en el PEI (Septiembre 2023 – marzo 2024) con el fin de promover una cultura basada en la igualdad de género y respetuosa de la diversidad.
Este fortalecimiento de la igualdad de género debe tener como consecuencia la prevención y erradicación de la violencia de género, así como la mejora de las condiciones de inclusión de la diversidad en el ámbito educativo. Pensamos que el fortalecimiento de la igualdad es un requisito para lograr que no haya violencia ni discriminación.
Con mucho acierto, nuestro Plan Estratégico Institucional al 2027 ha recogido los principales retos hacia el futuro en temas de formación, excelencia e innovación académica, a través de 8 objetivos.
Para lograr esos objetivos, se debe continuar uniendo esfuerzos entre autoridades académicas, direcciones académicas y unidades de apoyo a la gestión académica. Especialmente quiero destacar la importancia de fortalecer y valorar la labor de los directores de estudio y de carrera, y seguir potenciando a nuestro Instituto de Docencia Universitaria, para acompañar el desarrollo y mejora de los docentes, excelentes académicos e investigadores en su labor de enseñanza, en un mundo en crisis incierto y en constante cambio en el que debemos seguir formando personas éticas y con valores humanos en nuestras aulas, en nuestro campus y fuera de él.
¡Muchas gracias!
Fuente:
PuntoEdu
